El autismo, o trastorno del espectro autista (TEA), es una condición del desarrollo neurológico que afecta la comunicación, la interacción social y el comportamiento. Es una condición que a menudo se malinterpreta, lo que puede dar lugar a conceptos erróneos y estigmatización. Sin embargo, con la comprensión y el apoyo adecuados, las personas con autismo pueden llevar una vida plena. Una manera de entender el autismo es observando la diferentes niveles de gravedad, que puede ayudarnos a comprender las distintas necesidades de las personas con autismo.

¿Cuáles son los tres niveles del autismo?

Los tres niveles de autismo se clasifican en Nivel 1, Nivel 2 y Nivel 3. El Nivel 1 se considera el forma más leve de autismo, mientras que el nivel 3 es el más grave. Las personas que experimentan autismo de nivel 1 pueden tener dificultades con las interacciones sociales y la comunicación, pero sus síntomas no son lo suficientemente graves como para interferir significativamente con las actividades diarias. Por otro lado, las personas con autismo de nivel 3 pueden necesitar un amplio apoyo para poder participar en las tareas diarias.

Nivel 1: Requerir apoyo

El primer nivel de autismo, también conocido como Nivel 1 que requiere apoyo, se caracteriza por una variedad de síntomas que pueden afectar las capacidades de comunicación e interacción social de un individuo. Los síntomas del autismo de nivel 1 pueden manifestarse de diferentes maneras y la gravedad de cada síntoma puede variar de persona a persona.

Síntomas del autismo de nivel 1

  • Dificultad para iniciar conversaciones o hacer contacto visual durante una conversación.
  • Luchar por comprender señales no verbales, como gestos o expresiones faciales.
  • Dificultad con la reciprocidad social, lo que significa que es posible que no se turnen en una conversación o que no respondan adecuadamente en situaciones sociales.
  • Comportamientos restringidos y repetitivos, como una rutina estricta o repetir ciertas frases o movimientos.
  • Sensibilidades sensoriales que pueden ser hiper o hiposensibles a ciertos estímulos como el ruido o el tacto.

Las personas con autismo de nivel 1 pueden experimentar estos síntomas en diversos grados y pueden necesitar apoyo para afrontar situaciones sociales. Con la comprensión y el apoyo adecuados, las personas con autismo de Nivel 1 pueden llevar una vida plena y alcanzar sus objetivos.

Nivel 2: Requerir apoyo sustancial

El segundo nivel de autismo, también conocido como Nivel 2, que requiere un apoyo sustancial, se caracteriza por importantes dificultades en la comunicación y la interacción social. Las personas con autismo de nivel 2 pueden necesitar más apoyo para afrontar situaciones sociales y la vida diaria.

Síntomas del autismo de nivel 2

  • Dificultades marcadas para iniciar o mantener conversaciones.
  • Dificultades significativas con la reciprocidad social y la comprensión de las normas y expectativas sociales.
  • Comportamientos restringidos y repetitivos que impactan significativamente la vida diaria.
  • Dificultad para adaptarse a cambios en la rutina o el entorno.
  • Dificultad para jugar con imaginación o hacer amigos.
  • Sensibilidades sensoriales que interfieren significativamente con la vida diaria, como la dificultad para tolerar ciertas texturas o sonidos, lo que lleva a conductas de evitación.

Estos síntomas pueden tener un profundo impacto en la vida diaria de un individuo, dificultando la participación en actividades que muchas personas dan por sentado. Sin embargo, con el apoyo adecuado, las personas con autismo de nivel 2 aún pueden llevar una vida plena y alcanzar sus objetivos.

Nivel 3: Requerir un apoyo muy sustancial

El tercer nivel de autismo, también conocido como nivel 3, que requiere un apoyo muy sustancial, se caracteriza por graves dificultades en la comunicación y la interacción social. Las personas con autismo de nivel 3 necesitan un apoyo significativo para afrontar la vida diaria.

Síntomas del autismo de nivel 3

  • Dificultades graves con la comunicación, incluido el habla limitada o la falta total de habla.
  • Dificultad extrema con las interacciones sociales y la reciprocidad social.
  • Comportamientos severos restringidos y repetitivos que interfieren con la vida diaria.
  • Dificultad para adaptarse a cambios en la rutina o el entorno.
  • Dificultad para jugar con imaginación o hacer amigos.
  • Sensibilidades sensoriales que interfieren significativamente con la vida diaria, como reacciones intensas a ciertos sonidos, texturas u olores.

Las personas con autismo de nivel 3 necesitan un amplio apoyo para poder afrontar la vida diaria. Es posible que necesiten ayuda con las tareas de cuidado personal, la comunicación y el manejo de sus sensibilidades sensoriales. Sin embargo, con el apoyo y la comprensión adecuados, las personas con autismo de nivel 3 aún pueden llevar una vida plena y hacer contribuciones significativas a la sociedad.

Cada individuo con autismo es único y es posible que no encaje exactamente en una de estas categorías. Además, los individuos pueden moverse entre niveles dependiendo de su entorno o circunstancias individuales.

Comprender los diferentes niveles de autismo puede ayudarnos a comprender las distintas necesidades de las personas con autismo. Al reconocer los desafíos únicos que enfrentan las personas con autismo, podemos crear un entorno más empático y de apoyo para que prosperen.

Limitaciones de los tres niveles de autismo

Si bien comprender los niveles de autismo puede ayudarnos a comprender las distintas necesidades de las personas con autismo, es importante reconocer que estos niveles tienen limitaciones. Por ejemplo, es posible que algunas personas no encajen perfectamente en una de estas categorías y requieran una combinación de apoyo de diferentes niveles. Además, el nivel de un individuo puede cambiar con el tiempo dependiendo de su entorno o circunstancias individuales.

Además, depender únicamente de los tres niveles de autismo para comprender a las personas con autismo puede resultar limitante. Como afirmó el Dr. Stephen Shore, “La idea de que las personas tienen un alto o bajo funcionamiento es un mito. Todo el mundo tiene fortalezas y debilidades." Por lo tanto, es importante tener en cuenta las fortalezas y desafíos únicos de cada individuo al brindar apoyo.

También es fundamental señalar que los tres niveles de autismo no abarcan todos los aspectos del trastorno del espectro autista. Otros factores, como las dificultades del procesamiento sensorial, los desafíos del funcionamiento ejecutivo y las condiciones concurrentes, pueden afectar en gran medida la vida diaria de un individuo.

Diagnóstico del autismo: criterios y proceso

Diagnosticar el autismo puede ser un proceso complejo que implica observar el comportamiento y la historia de desarrollo de un individuo. El Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, quinta edición (DSM-5), proporciona los criterios para diagnosticar el trastorno del espectro autista. Según el DSM-5, un individuo debe exhibir déficits persistentes en la comunicación social y la interacción social en múltiples contextos, así como patrones de comportamiento, intereses o actividades restringidos y repetitivos.

El diagnóstico de autismo Por lo general, lo realiza un equipo de profesionales de la salud, que puede incluir un pediatra, un psicólogo o un psiquiatra. Además de las observaciones de comportamiento y los antecedentes del desarrollo, también se pueden utilizar otras evaluaciones, como pruebas cognitivas o pruebas genéticas, para ayudar en el diagnóstico.

El diagnóstico y la intervención tempranos pueden mejorar enormemente los resultados de las personas con autismo. La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda que todos los niños sean examinados para detectar autismo a los 18 y 24 meses de edad, con exámenes adicionales si existen dudas sobre el desarrollo.

La importancia de la detección e intervención tempranas del autismo

La detección e intervención tempranas son fundamentales para mejorar los resultados de las personas con autismo. Las investigaciones han demostrado que la intervención temprana puede conducir a mejoras significativas en la comunicación, el comportamiento y las habilidades sociales.

La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda que todos los niños sean examinados para detectar autismo a los 18 y 24 meses de edad, con exámenes adicionales si existen dudas sobre el desarrollo. La detección temprana permite una intervención temprana, que puede ayudar a mejorar los resultados y brindar apoyo a las familias.

La intervención temprana puede incluir una combinación de terapias como terapia del habla, terapia ocupacional y terapia conductual. Estas terapias pueden ayudar a mejorar las habilidades de comunicación, la capacidad de interacción social y reducir los comportamientos repetitivos.

Además, la intervención temprana también puede brindar apoyo a las familias. Puede ofrecer orientación sobre cómo afrontar la vida diaria con un niño con autismo y conectar a las familias con recursos comunitarios.

En general, la detección y la intervención tempranas son cruciales para mejorar los resultados de las personas con autismo. Al identificar el autismo desde el principio y brindar el apoyo adecuado, podemos ayudar a las personas con autismo a alcanzar su máximo potencial y llevar una vida plena.

Estrategias para promover el desarrollo de habilidades sociales en personas con autismo

Las personas con autismo a menudo tienen dificultades con las interacciones sociales, lo que puede dificultarles formar amistades y navegar la vida diaria. Sin embargo, existen estrategias que pueden utilizarse para promover el desarrollo de habilidades sociales en personas con autismo.

Entrenamiento de habilidades sociales

El entrenamiento en habilidades sociales implica enseñar a las personas con autismo las habilidades necesarias para participar en interacciones sociales. Esto puede incluir ejercicios de juego de roles, modelado en video o actividades grupales diseñadas para facilitar la comunicación e interacción social.

Intervenciones mediadas por pares

Las intervenciones mediadas por pares implican emparejar a personas con autismo con pares con un desarrollo típico. Los compañeros con un desarrollo típico actúan como modelos y brindan orientación sobre cómo participar en interacciones sociales.

Formación en comunicación

La formación en comunicación implica enseñar a las personas con autismo cómo comunicar sus pensamientos y sentimientos de forma eficaz. Esto puede incluir enseñarles cómo iniciar conversaciones o responder adecuadamente en situaciones sociales.

Terapia de integración sensorial

La terapia de integración sensorial es un tipo de terapia que se enfoca en ayudar a las personas con autismo a regular sus experiencias sensoriales. Al aprender a gestionar la información sensorial de forma más eficaz, las personas con autismo pueden participar mejor en interacciones sociales.

Terapia basada en el juego

La terapia basada en el juego es un tipo de terapia que utiliza el juego como medio para promover el desarrollo de habilidades sociales. A través del juego, los niños pueden aprender importantes habilidades sociales como tomar turnos, cooperar y compartir.

Estas estrategias se pueden utilizar solas o en combinación para promover el desarrollo de habilidades sociales en personas con autismo. Es importante trabajar en estrecha colaboración con un profesional de la salud o un terapeuta al implementar estas estrategias para garantizar que sean adaptado específicamente a las necesidades del individuo.

La importancia de desestigmatizar el autismo

El autismo es una condición que a menudo es mal entendida y estigmatizada en la sociedad. Esto puede generar conceptos erróneos sobre las personas con autismo, lo que puede dificultarles la participación plena en la vida diaria.

Desestigmatizar el autismo es crucial para promover la aceptación y la comprensión en la sociedad. Al reducir el estigma que rodea al autismo, podemos crear un entorno más inclusivo para que las personas con autismo prosperen.

Una manera de desestigmatizar el autismo es aumentando la conciencia y la educación sobre la enfermedad. Esto puede implicar compartir historias personales de personas con autismo y sus familias, así como proporcionar información sobre los desafíos y fortalezas únicos asociados con la condición.

Otra forma de promover la aceptación y la comprensión es fomentando prácticas inclusivas en las escuelas, los lugares de trabajo y las comunidades. Esto puede incluir proporcionar adaptaciones para personas con autismo, como entornos sensoriales amigables o tecnología de asistencia.

Además, es importante reconocer y celebrar las fortalezas únicas que las personas con autismo aportan a la sociedad. Muchas personas con autismo poseen talentos excepcionales en áreas como el arte, la música o las matemáticas. Al reconocer estas fortalezas, podemos ayudar a romper con los estereotipos y promover la aceptación.

En conclusión, desestigmatizar el autismo es crucial para promover la aceptación y la comprensión en la sociedad. Al aumentar la conciencia y la educación sobre la afección, promover prácticas inclusivas y celebrar las fortalezas únicas, podemos crear un entorno más empático y de apoyo para que las personas con autismo prosperen.

Conclusiones clave sobre los niveles de autismo

  • El autismo es un trastorno complejo del desarrollo neurológico que afecta las capacidades de comunicación e interacción social.
  • Hay tres niveles de autismo: el nivel 1 que requiere apoyo, el nivel 2 que requiere apoyo sustancial y el nivel 3 que requiere apoyo muy sustancial. Cada nivel se caracteriza por distintos grados de síntomas.
  • El diagnóstico del autismo implica observar el comportamiento y la historia de desarrollo de un individuo. La detección e intervención tempranas pueden mejorar enormemente los resultados de las personas con autismo.
  • Se pueden utilizar estrategias como el entrenamiento en habilidades sociales, las intervenciones mediadas por pares, el entrenamiento en comunicación, la terapia de integración sensorial y la terapia basada en el juego para promover el desarrollo de habilidades sociales en personas con autismo.
  • Desestigmatizar el autismo es crucial para promover la aceptación y la comprensión en la sociedad. Al aumentar la conciencia, promover prácticas inclusivas y celebrar las fortalezas únicas, podemos crear un entorno más empático y de apoyo para que las personas con autismo prosperen.

Carebot ABA: terapia eficaz para niños con autismo

Carebot ABA es un programa que brinda terapia efectiva para niños en el espectro del autismo, de 18 meses a 8 años. Nuestros programas de día completo y extraescolares en Budd Lake, NJ, están diseñados para inspirar confianza, fomentar habilidades y celebrar cada hito en el crecimiento y descubrimiento de cada niño. A través de técnicas de refuerzo positivo y planes de terapia personalizados, Carebot ABA ayuda a los niños con autismo a aprender nuevas habilidades y alcanzar su máximo potencial.

Fuentes

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  • El autismo habla. (Dakota del Norte). ¿Qué es el autismo? Obtenido de https://www.autismspeaks.org/what-autism
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